La sociedad enfrenta una enorme cantidad de dificultades en estos días: la disminución de los programas de acción social del estado y la caída del ingreso real, la brecha creciente entre los pobres y los ricos, una clase media cada vez más acotada, la presión excesiva por el rendimiento y las demandas crecientes del mercado laboral respecto de las calificaciones educativas son solo algunas de ellas. Por este motivo, se observa una creciente individualización y una ilimitada libertad de elección (que, a menudo, hace que la gente se sienta aturdida), cambios demográficos y discriminación contra la inmigración creciente. Como resultado, cada vez más personas se sienten abrumadas.